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viernes, 28 de septiembre de 2012

~Capítulo 16


CAPÍTULO 16 “Despedida”
         Quedaban un par de días para que Claudia y Laura se fueran de vacaciones con la familia de ésta última. Las dos hacían sus maletas ilusionadas, no sabían lo que les esperaba, pero estaban realmente contentas.
          Laura quedó con Lucas un día antes de irse para despedirse de él. A Lucas se le ocurrió una cena romántica a la luz de las velas.
          Claudia, al igual que Laura, había quedado con Sergio, en una playa a las afueras de la ciudad, también para despedirse.
          Cuarenta minutos antes de la hora que había quedado con Lucas, Laura eligió la ropa que se pondría. Estuvo pensando cinco minutos, hasta que al final, decidió poderse un vestido palabra de honor ajustado de color azul, y unos tacones negros cerrados. Dejó la ropa sobre la cama y entró en el baño. Se quitó la ropa y se metió en la bañera. Salió diez minutos después, se secó y se puso el vestido, dejó los zapatos a un lado. Fue al baño, pensó que peinado hacerse, decidió que se haría una coleta alta con fleco. Se maquilló: pintalabios rosa claro, sombra de ojos de color azul, un poco de rimel y algo de color en las mejillas. Se puso los zapatos, estaba realmente guapísima. Cogió un bolso del mismo color que los zapatos. Quedaban diez minutos para su cita con Lucas. Cogió las llaves, el móvil y la cartera, lo metió en el bolso y salió de su casa sin perder la sonrisa.
          Cuando llegó, Lucas le esperaba fuera. Al verla, se quedó impresionado <<Está realmente guapa. Tengo mucha suerte>> Cuando al fin reaccionó, la besó, y la invitó a pasar dentro con un suave gesto de la mano. La cena transcurrió con normalidad, los dos rieron, los dos se alegraban de estar juntos.
          Al terminar de cenar, Lucas llevó a Laura a una playa, de noche era realmente preciosa. Dieron un pequeño paseo por la orilla, y decidieron sentarse en la arena a contemplar las estrellas que cubrían el cielo esa noche -Te voy a echar mucho de menos- dijo Lucas con cara de pena
-Pero yo mucho más- dijo Laura
-¡Anda! No digas mentiras que te crece la nariz y te conviertes en Pinocha.   -No mientas tú, a ver si va a resultar que eres el hermano gemelo de Pinocho. Tras un largo rato de “discusión” Lucas dijo: -Te amo mi amor, no cambien nunca
-No cambiaré si prometes que tú tampoco lo harás.
-¡Hecho!- dijo Lucas con una preciosa sonrisa en su cara, sí, esa sonrisa que tanto le gustaba a Laura. Ésta le besó, le besó como nunca lo había echo, y él, por su parte, le devolvió el beso encantado. Ninguno sabía cuanto tiempo se habían estado besando, pero no querían que acabara nunca, pero algo les interrumpió
-Lo siento, es mi móvil- dijo Laura con las mejillas algo coloradas
-No importa- dijo Lucas con una sonrisa en la cara
-¿Sí?
-Laura vente ya a casa, mañana nos levantamos temprano.
-Lo sé mamá, ya voy. Hasta luego.
-Adiós.
Laura no quería irse, estaba perfectamente allí con Lucas
-Nos vamos- dijo Laura con cara de tristeza
-No estés así, que nos veremos en un mes- dijo Lucas bromeando
-Sí, como pasa tan rápido… Bueno, para ti sí, ya que pronto te olvidarás de mí y te fijaras en otra…- dijo Laura esperando una respuesta que le derritiera -Si quieres eso…- dijo Lucas con una falsa cara de tristeza
-¡No!- dijo Laura casi gritando
-Bueno, pues entonces no ocurrirá, tranquila- dijo Lucas guiñándole un ojo a Laura.
          Lucas llevó a Laura a su casa. Antes de que Laura pudiera sacar las llaves, Lucas le agarró de la cintura, le besó y dijo: -Te llamaré todos los días.
-Más te vale- dijo Laura con una sonrisita. Lucas le volvió a besar, el último beso hasta dentro de un mes, a ambos se les hacía eterno.
          Mientras, cuando Laura se arreglaba, Claudia hacía lo mismo.
          -¿Qué me pongo?- pensaba Claudia frente a su armario. Pensó durante diez minutos, hasta que al final decidió ponerse un vestido de asillas de color marrón, le llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas, y eligió unos zapatos con algo de tacón de color negro, a juego con el bolso. Lo dejó todo sobre su cama y se fue al baño a darse una ducha. Al terminar, se puso la ropa que había elegido antes. Se maquilló un poco, no demasiado.
          En ese momento sonó el timbre de la puerta, Claudia oyó como se abría, pensó que habría sido su madre. Efectivamente, su madre le dijo desde abajo: -¡Claudia! Sergio ha llegado.
-Ya voy mamá- cogió el móvil, la cartera y las llaves. Se miró rápidamente en el espejo por última vez, y salió de su habitación. Cuando bajó al salón, Sergio estaba allí, sentado en el sofá esperándola
-Estás preciosa- dijo Sergio sonriendo
-Tú tampoco te quedas atrás. ¡Adiós mamá!- gritó Claudia
-¡Adiós! Pásalo bien- Cerraron la puerta y se fueron.
          Llegaron a la playa, se sentaron en la arena y empezaron a hablar.
-Te voy a echar de menos- dijo con tristeza Claudia.
-Y yo- contestó Sergio
-Pero pronto nos veremos otra vez, solo es un mes. Tienes que ser positiva Añadió él.
-Ya pero...- no le dio tiempo a terminar la frase, pues Sergio le había cogido como un bebé y la llevaba hasta la orilla del mar
-¡No te atreverás…!- exclamó la pobre chica, aunque con una gran sonrisa      -Ponme a prueba- dijo entre risas él.
-¡No, no y no!- gritó Claudia. Pero no le sirvió de mucho gritar. Al cabo de unos minutos estaban los dos empapados. Se unieron en un salado beso pero parecía tan dulce…
          Se hizo tarde, y Claudia tenía que despertarse temprano, así que decidieron marcharse. Por el camino, no hicieron más que reírse y decirse “Te quiero”
          Al llegar a casa de Claudia, a Sergio se le notaba un brillo en los ojos     -No me digas que vas a llorar- dijo Claudia casi riéndose
-No, no es… solo sudo por los ojos- Claudia se rió, le besó y le dijo al oído: -Te amo tonto- A Sergio le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo, le volvió a besar y vio como su Claudia se marchaba, hasta dentro de un mes, un mes eterno.

lunes, 17 de septiembre de 2012

~Capítulo 15


CAPÍTULO 15 “Buenas y malas noticias”
           Cuando Laura llegó al restaurante, Claudia se encontraba allí, Laura pensó unos segundos lo que le iba a decir. Fue hacia donde ella se encontraba, le echaba mucho de menos. Quería abrazarla, y olvidar todo lo que había pasado, pero Claudia le había hecho mucho daño.
-Hola- comenzó diciendo Laura
-Hola Laura- continuó Claudia deseando que Laura le perdonara -Mira, se que lo que hice estuvo mal. Tú no tienes la culpa, pero estaba muy enfadada- siguió diciendo Claudia apunto de llorar
-Mira- dijo Laura haciendo una pequeña pausa -Alguien me dijo una vez: los mejores amigos se enfadan, pero lo superan y hacen como si no hubiese pasado nada. Lo del otro día está olvidado. Supongo que yo hubiese hecho lo mismo. A demás, yo también tengo que pedirte disculpas, te llamé de todo, y de verdad que lo siento yo también- dijo Laura avergonzada.
-No te preocupes, no ha pasado nada- dijo Claudia con una sonrisa. Laura no pudo aguantarse más, se emocionó y se le cayeron un par de lágrimas. Claudia abrazó a Laura: -De veras que lo siento.
-De veras que no importa- dijo Laura con una sonrisa.
          Las dos se querían quedar allí mucho más tiempo, pero era la hora de comer. Se fueron a sus casas, y decidieron quedar por la tarde en el centro comercial de la cuidad.
           Las dos chicas comieron y reposaron un rato. Más tarde se llamaron y quedaron en veinte minutos allí. De camino, Laura recibió un SMS de Lucas: <<Hola mi amor, hace días que no hablamos, pero he estado liado. Cuando puedas quedamos. Un beso>> Laura se quedó de piedra ¡Se había olvidado de Lucas! Hacía como dos semanas que no hablaban ni se veían, se había olvidado por completo.
          Cuando Claudia llegó al Centro Comercial, se encontró a Laura en la tienda de ropa que más le gustaba: Stradivarius. Laura estaba escogiendo un conjunto para Claudia.
-Me encanta- le dijo Claudia sorprendiendo a Laura
-¡Anda! ¡Estabas aquí!- exclamó ella -Oye, ¿Te importa que venga Lucas? Es que hace tiempo que no nos vemos y me dijo que cuando pudiera quedara con él- siguió hablando Laura.
-Claro, pasaremos un buen rato los tres- sonrió Claudia.
           Laura y Claudia siguieron caminando, Laura terminó de escribirle un SMS a Lucas.
-He quedado con él, aquí mismo dentro de 15 minutos porque tengo que decirte dos cosas. Una buena y otra mala y la mala, que acaba bien, quiero que este él delante
-Vale…dime primero la buena para que le de tiempo a llegar, pero antes debo contarte una cosa- dijo Claudia algo preocupada por la mala noticia, y nerviosa por la reacción de su amiga cuando se lo contara
-Vale, dime- respondió Laura con una sonrisa.
-Le gusto a Sergio, y creo que el a mi también- dijo Claudia sonrojada.
Laura no se sorprendió lo más mínimo, ya que se le notaba a Claudia en los ojos cuando hablaba de él
-¿Por qué no se lo dices?
-¿Por qué no le pido que se case conmigo?- dijo irónicamente Claudia como respuesta a la pregunta de su amiga. Las dos rieron
-¿Se lo vas a decir?
-No lo sé. Por un lado quiero, pero por el otro…
-¡¿Por el otro qué?! ¡Os gustáis, estáis hechos el uno para el otro!
-Jajaja. Está bieeeeeeen. Le mandaré un mensaje- Claudia escribía en su móvil, y antes de mandarlo, se lo leyó a Laura en alto: -”Hola Sergio. Me han dicho que te gusto, y… (Que vergüenza) tú a mi también.” ¿Te parece bien Laura?   –Es perfecto- contestó ésta con una sonrisa.
A los cinco minutos, Sergio le respondió a Claudia, y ésta lo leyó en alto: -“Hola. Si es cierto ¿Te apetece quedar ésta tarde?”- Claudia se cansó del los mensajes, y decidió llamarle.
-¿Si?
-Hola Sergio, soy Claudia. Estoy en el centro comercial con Laura, y va a venir su novio ¿Quieres pasarte?
-De acuerdo en veinte minutos estoy allí.
-Vale, adiós
-Viene para acá- le dijo Claudia a Laura sin dejar de sonreír al colgar el teléfono.
 Laura se rió por su cara de tonta.
-¿Qué te hace tanta gracia?
-Que me recuerdas a mi cuando empecé con Lucas- las dos rieron.
-Bueno, ¿me vas a decir la buena noticia?- dijo Claudia.
-Sí…
-¡Pues venga!  
-Vale, la buena noticia es que mis padres me han dicho que nos vamos de vacaciones familiares.
-¿Y esa es la buena noticia?- dijo Claudia extrañada
-Jajajaja ¡No! Eso es hasta malo. La buena noticia es que me han dicho que puedo llevar a una amiga- rió Laura
-¿Y a quién vas a llevar?- dijo Claudia preocupada
-A la más tonta de todas- al ver la cara de Claudia, Laura añadió: -A ti tonta.
-¡Ah vale! Jajaja. Soy cortita de mente. Gracias.
-Jajaja sé que lo eres, pero aún así te adoro. No hay por qué darlas.
          Unos minutos después, cuando Laura le explicó a Claudia que se iban a Santander a finales de julio y volvían a finales de agosto para preparar las cosas para principio de curso, llegó Lucas, pero Laura no le vio llegar, aunque Claudia sí. Lucas le hizo un gesto a Claudia para que no le dijera nada a Laura.
-Perdone señorita, ¿tiene hora?- dijo Lucas detrás de Laura
-Sí son las…- en ese momento miró a Lucas -¡Tonto!
Lucas cogió a Laura en brazos y le dio una pequeña vueltecita mientras le besaba. Le dio dos besos a Claudia.
          En ese instante, llegó Sergio. Los dos estaban nerviosos. Los cuatro se saludaron, y Laura y Lucas decidieron darles un poco de intimidad
-Bueno, nosotros nos vamos a dar una vuelta. ¿Nos reunimos en veinte minutos aquí?- dijo Laura sonriendo
-De acuerdo- contestó Sergio.
          Mientras Lucas y Laura daban una vuelta por el centro comercial, se reían y se besaban, Claudia y Sergio se sentaron en un banco que había cerca
-Bueno…- comenzó a decir Claudia.
-Te quiero- dijo Sergio.
Claudia no se lo esperaba tan de repente y se sorprendió. Cuando por fin reaccionó, dijo: -Yo también.
Los dos sonreían, y se miraban los labios
-Necesito besarte- dijo Sergio temiendo la respuesta de Claudia
-Pues ya somos dos- dijo Claudia sonriendo. Se acercaron, lentamente, sus labios se rozaron suavemente, hasta que por fin, se fundieron un tierno beso. Ninguno quería que acabara, pero tenían que respirar. Ninguno dijo nada, solo con mirarse a los ojos, sabían lo que pensaba el otro.
-Creo que deberíamos ir ya con Laura y Lucas.
-Vale.
Los dos se levantaron, se dieron la mano, y caminaron hacia el lugar donde habían quedado con sus amigos. Cuando por fin llegaron, Claudia le hizo una señal a Laura para ir al baño
-En seguida volvemos chicos- dijo Claudia antes de llevarse a Laura, casi a rastras al baño.
Claudia no dejaba de sonreír, Laura sabía lo que pasaba
-Y tú no querías decírselo… Menos mal que tienes una amiga algo alocada- dijo Laura con tono triunfante
-Jajaja. Gracias, en serio. Eres la mejor.
-Lo sé.
 Claudia le dio un abrazo a Laura, tan fuerte que casi no podía respirar            -Claudia...
-¿Sí?
-No puedo respirar.
-Ups… Lo siento.
-Jajaja. Vamos con los chicos anda, deben estar desesperados.
          Las dos chicas fueron con los chicos. Cuando llegaron, rieron, cotillearon, se besaron (Laura y Lucas, y Claudia y Sergio) y cuando ya se estaba haciendo tarde Laura por fin les dijo:
-Chicos, tengo que deciros una cosa.
-Vale, dinos- dijo Claudia
-Es una mala noticia, y me arrepiento de haberlo hecho en serio- Laura comenzó a llorar, los chicos se extrañaron, y decidieron darle un abrazo -Laura, intentaremos no enfadarnos, sea lo que sea- dijo Lucas sonriendo       -Está bien, pero antes de decirlo…de verdad que lo siento. Cuando me enfadé con Claudia por lo de Alejandro, empecé a salir con él para darle celos, a mí no me gustaba, pero quería poner celosa a Claudia. Quedamos un día en el parque, y nos besamos.
Los dos se quedaron atónitos y comenzaron a llorar, Laura no sabía que hacer, y fue corriendo al baño a desahogarse. Claudia le dijo a Sergio: -Luego te lo explico.
Los dos chicos le siguieron, Claudia entró con ella, pero Lucas tuvo que quedarse fuera, aun llorando
-Laura, nos has hecho daño, pero tú misma me dijiste: los mejores amigos se enfadan, pero lo superan y hacen como si no hubiese pasado nada. Así que sécate esas lágrimas y vente con Lucas, con Sergio y conmigo a pasarlo bien. Laura se lo pensó, le dio un abrazo a Claudia aun en el baño, y cuando salió besó a Lucas, y en el oído le dijo: -Lo siento.