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lunes, 27 de agosto de 2012

~Capítulo 14


CAPÍTULO 14 “Lágrimas y posibles reconciliaciones”
          Laura se quedó muy pensativa. Parecía que las disculpas de Claudia iban en serio. Laura quería perdonarla, pero realmente le había hecho mucho daño. Aunque pensándolo bien, Laura también le estaba haciendo mucho daño a Claudia con lo de Alejandro, aunque ella no lo supiera.
          Laura le daba mil vueltas a la cabeza, no sabía lo que hacer. Sabía que tenía que cortar con Alejandro, lo sabía desde que se dieron ese beso, pero no sabía si perdonar a Claudia, no quería estar enfadada con su mejor amiga, pero realmente le había hecho daño, mucho daño.
          Laura le mandó un SMS a Alejandro: <<Hola…Oye esto…tenemos que hablar. ¿Puedes quedar en el quiosco de enfrente de mi casa en 15 minutos?>> <<Claro que si mi amor. Un beso, nos vemos allí>> Respondió Alejandro al instante. Laura se vistió, se puso unos vaqueros pitillo largos algo desgastados, una camiseta azul de manga caída con la palabra “Love” de color plateada en el centro de la camiseta, y unos tacones negros. Se miró al espejo, pensó que la camiseta no era la más adecuada para ese momento, así que se cambió y se puso una camiseta violeta, también de manga caída, esta vez con la Torre Eiffel. <<Me haré una coleta alta>> Pensó Laura al mirarse en el espejo del baño. Cogió las llaves y su móvil, y bajó las escaleras.
          Llegó al parque, fue puntual, pero Alejandro ya estaba allí
-Ya era hora tardona- le dijo Alejandro con una sonrisa pícara.
-Es lo que hay- respondió Laura con una risa forzada.
-¿De qué querías hablarme? Dijo Alejandro tras un corto silencio. -¡Ah! Si…respecto a eso…Lo siento…- dijo Laura. Al ver la cara de Alejandro añadió: -Lo siento mucho en serio, me caes muy bien, eres mi mejor amigo, pero solo eso mi mejor amigo. Lo siento, pero te utilicé. Me enfadé con Claudia y quería darle celos. De verdad que lo siento- Laura le dio un abrazo a Alejandro, no sabía muy bien porqué, pero se lo dio. Alejandro sonrió mientras decía:
-No importa, al menos has sido sincera- quería disimular su tristeza, pero Laura la notó al instante: -Oye, de verdad que lo siento, estaba muy enfadada con Claudia, lo hice sin pensar.
-No, de verdad que no imp…- a Alejandro no le dio tiempo de acabar su frase, echó a llorar, sin que le importara que Laura le viera. Ella se sintió fatal, también comenzó a llorar. Le dio un beso en la mejilla a Alejandro
-Adiós, debo irme, y de verdad que lo siento.
          Laura se fue a su casa. Seguramente, ahora mismo, Alejandro le odiaría, pero le importaba mucho mas Claudia. Le respondió al SMS que le había mandado ésta: <<Oye, tenemos que hablar. ¿Puedes ir al restaurante de al lado de tu casa? Estaré allí en diez minutos>>
          Claudia, al recibir el mensaje de Laura se sorprendió, no creía que la fuese a perdonar, ésta le respondió: <<Claro, en seguida bajo>> Se vistió, se puso unos pantalones vaqueros cortos, una camiseta rosa chicle palabra de honor, y unas romanas del mismo color que la camiseta. Una vez en el baño, se hizo una trenza a un lado. Cogió sus llaves y su móvil. Antes de salir de casa, cruzó los dedos y soltó un suspiro.  

~Capítulo 13


CAPÍTULO 13 “Enfado y… ¿Desenfado?”
          Laura iba a casa de Claudia, no sabía que pensar de lo que le había dicho Alejandro <<¿Se lo digo a Claudia? Puede que se enfade conmigo, pero los verdaderos amigos se hacen daño con la verdad para no destruirse con la mentira… Aun así, no se si debería decírselo…>> Laura no podía dejar de pensar si decírselo o no.
          Cuando llegó a casa de Claudia estaba aun peor. Había llamado a Alejandro, también le había dicho el motivo de haber cortado. Claudia casi no le hablaba a Laura. Era su mejor amiga, pero le dolía que hubiese cortado por Laura. Sabía que ella no tenía la culpa, pero no podía evitar tenerle rencor.
-No es mi culpa ¿Sabes?- dijo Laura intentando que Claudia no se enfadara -Lo se, pero no puedo evitarlo- dijo Claudia aun llorando- Por una vez que encuentro alguien que me quiere, apareces tú y lo estropeas todo.
-¿Y qué quieres que haga yo? ¿Qué me vuelva invisible?- dijo Laura a punto de llorar.
-No te voy a pedir que te vuelvas invisible, porque no puedes, pero vendría bien que te esfumaras- dijo Claudia levantando un poco la voz.
-¿Me estás diciendo que me vaya?- dijo Laura llorando.
-Sí, justo eso. No quiero volver a ver a una “roba novios” como tú. No me vuelvas a hablar- dijo Claudia
-No pensaba hacerlo. No me gusta hablar con falsas como tú.
          En ese instante, Laura salió de casa de Claudia dando un portazo. Las dos lloraban, no se podían creer lo que acababa de pasar. Las dos se encerraron en sus respectivos cuartos, se tumbaron en su cama, y siguieron llorando.
          Laura quería mucho a Claudia, pero le había hecho daño, y quería tener una pequeña venganza. Llamó a Alejandro
-¿Sí?- dijo Alejandro al contestar.
-Hola, soy Laura. Quería decirte que he estado pensando en lo que me dijiste antes y… tú también me gustas.
-¿De verdad?- dijo Alejandro sin poder creérselo
-De verdad- dijo Laura pensando en el daño que le haría a Claudia.
-¿Quedamos en diez minutos en el parque de enfrente de tu casa?
-Hecho- dijo Laura con una sonrisa.
          Cuando los dos llegaron al parque, se sentaron en el césped, hablaron, se rieron.
-Me lo he pasado muy bien ésta tarde- dijo Laura a la hora de la despedida  -Yo también- dijo Alejandro mirando los labios de Laura
-¿Me vas a besar ya o me voy a dar una vuelta?- dijo Laura sonriendo. Alejandro la besó. A Laura no le gustó, pero quería realizar su venganza. Cada uno se fue a su casa. Alejandro estaba muy contento, Laura no demasiado.
          Laura quería que Claudia viera un beso suyo con Alejandro, pero no sabía como hacerlo.
          Cuando Claudia estaba un poco mejor de lo de Alejandro, se enteró por una amiga que le gustaba a Sergio. Al principio no le importó, pero pasaron varias semanas, y Claudia se dio cuenta de que a ella también le gustaba Sergio.
           Claudia tenía ganas de contárselo a Laura. Le echaba de menos, mucho de menos. No podía perderla, la quería tanto...
          Claudia llamó a Laura, quería pedirle disculpas. Laura no lo cogió, así que le volvió a llamar, tampoco lo cogió, estuvo así unos minutos. Decidió mandarle un SMS:<<Te estoy llamando y no me lo coges. Solo quería pedirte disculpas por lo del otro día. Tú no tienes la culpa, de veras que lo siento>>

martes, 21 de agosto de 2012

~Capítulo 12


CAPÍTULO 12 “Las cosas se complican”
          Laura y Claudia hablaban diariamente de sus novios
-Lucas es súper cariñoso- decía Laura
-Alejandro es súper atento- respondía Claudia -Hablamos todos los días.
-Yo quedé esta tarde con Lucas en el cine. Vamos a ver “Tengo ganas de ti”-dijo Laura emocionada
-¡Qué casualidad! Yo la voy a ver mañana con Alejandro- dijo Claudia, también emocionada
-Entonces no te podré contar mañana la película- dijo Laura con un poco de tristeza
-¡No! No lo harás- dijo Claudia con una sonrisita.
          Laura se vistió para su cita con Lucas. Claudia al verla por la cámara dijo: -¡Vaya! Estás muy guapa Laura.
-Muchas gracias- dijo ella -Espero que también le guste a Lucas.
-Le encantará- dijo Claudia sin perder la sonrisa.
          Cuando Laura llegó a las taquillas, Lucas estaba allí, esperándola.
-Estás muy guapa- dijo Lucas antes de besar a Laura
-Gracias. Tú también lo estás. ¿Compramos ya las entradas?- preguntó Laura
-No. No hace falta, ya las compré yo- dijo Lucas
-De acuerdo. Pues vamos ya- dijo Laura después de besar a Lucas.
          Al empezar la película, Lucas rodeó a Laura con su brazo, justo antes de darle un beso. 
–Ésta película me recuerda a nosotros- dijo Laura sonriendo
-¡Que va! - dijo Lucas con una pequeña sonrisa -Tú eres mucho más guapa que la protagonista.
-Y tú mucho más tonto que su novio- dijo Laura colorada.
A cada beso, cada abrazo, cada caricia que le daba Lucas, Laura se sentía muy afortunada por tenerle.
          Al terminar la película, fueron a comprar un helado al Mc’Donalds, y fueron caminando hasta una plaza cercana. Lucas le regaló a Laura una pulsera. Laura sin saber que decirle, le besó, le besó durante mucho tiempo. Estaba realmente enamorada de Lucas.
          Cuando Laura llegó a su casa, se conectó, y puso la cámara con Claudia. Le contó todo lo que había hecho con Lucas, pero no pudo decirle nada de la película, ya que ella la vería al día siguiente con Alejandro
-¡Me alegro mucho!- dijo Claudia -Me encanta verte tan feliz.
-Y a mí estarlo- dijo Laura riéndose.
Las dos se rieron hasta que se hizo tarde, y las dos tuvieron que acostarse.
          Hoy le tocaba a Claudia ir al cine con Alejandro, también verían “Tengo ganas de ti” Claudia llegó al cine, pero Alejandro no estaba. Llegaba tarde, Claudia decidió llamarle a ver si le había pasado algo.
-¿Diga?- dijo Alejandro al coger el teléfono
-Hola, soy yo, Claudia. Te llamo para saber si estás bien- dijo Claudia preocupada -¡Ah! Lo del cine… respecto a eso… mejor dicho, respecto a lo nuestro…- dijo Alejandro un poco nervioso.
-Respecto a lo nuestro ¿Qué?- dijo Claudia a punto de llorar.
-Creo que lo nuestro no funciona… Lo siento- dijo Alejandro antes de colgar. Claudia fue llorando hasta su casa. Cuando llegó, se encerró en su cuarto, no se lo podía creer. Cuando estaba un poco mejor, se conectó para ver si Laura estaba conectada. Lo estaba
-¿Qué haces aquí? ¿Estás bien?
-No…- dijo Claudia aún llorando -Llegué al cine, y Alejandro no estaba. Como tardaba, decidí llamarle.
-¿Y qué más?-dijo Laura preocupada
-Me dijo que lo nuestro no funcionaba- dijo Claudia llorando con todas sus fuerzas
-Espera, voy para tu casa- dijo Laura sin poder creerse lo que le decía su amiga.
Laura se vistió corriendo. Salió de su casa, y de camino a casa de Claudia, cogió el teléfono y llamó a Alejandro
-¿Diga?- contestó Alejandro
-Hola, soy Laura. ¿Por qué cortaste con Claudia?
-Porque ahora me gusta otra persona.
-¿Quién? ¿La conozco?
-Sí, bastante bien. Dijo Alejandro un poco pícaro.
-Venga…dime quién es por favor.
-No.
-Por favor.
Tras unos minutos de insistencia, Alejandro, se cansó, y se lo dijo a Laura
-¡Está bien! Eres tú...me gustas ¿Contenta?
Laura se quedó con la boca abierta, no sabía como reaccionar.

~Capítulo 11


CAPÍTULO 11 “Cita doble”
          Tras haber hablado con Lucas y Alejandro, los cuatro decidieron quedar al día siguiente, y hacer una cita doble para aclarar las cosas, aunque Laura y Claudia decidieron quedar en casa una hora antes de la que habían quedado con los chicos. Claudia seguía inmovilizada por lo que había dicho Alejandro.      
           Finalmente, cuando Claudia se calmó, le pidió a Laura verse dos horas antes, pero Laura tuvo una idea mejor: -¡Quédate a dormir esta noche en mi casa! Así hablaremos mucho más tiempo.
Y así fue. Claudia se quedó en casa de Laura esa noche. Hablaron y hablaron. Las dos estaban muy nerviosas, e intentaban calmarse mutuamente, pero les resultaba imposible. Las dos estaban cansadas, y decidieron dormirse.
          A la mañana siguiente, cuando se despertaron, se asearon y desayunaron, decidieron ir a dar una vuelta, así podrían hablar más tranquilamente. Comieron en un restaurante cerca del parque, y cuando llegó la hora acordada con los chicos, fueron al parque. Se encontraron a Lucas y a Alejandro en un banco, riéndose. Las dos chicas se acercaron. Los cuatro estaban muy nerviosos.
-¿Damos un paseo?- dijo Lucas tras un pequeño silencio.
-Es una buena idea- respondió Claudia. Los cuatro caminaban por el césped, los cuatro reían, los cuatro disfrutaban.
          Después de un largo rato caminando, las manos de Laura y de Lucas se rozaron suavemente. Alejandro se decidió, y muy suavemente, cogió la mano de Claudia. Ésta, sin poder creérselo, se sonrojó.
          Unos minutos después, se sentaron en el césped. Lucas, un poco nervioso, pasó su brazo alrededor del cuello de Laura, y ésta, apoyó su cabeza en el hombro de Lucas.
          Laura cogió a Lucas y se apartaron de Alejandro y Claudia.
-¿Me harías un favor?- preguntó Laura a Lucas
-Por ti lo que sea. ¿Qué quieres?
-¿Me das un beso?- dijo Laura deseándolo.
-Uiis…no sé, no sé- dijo Lucas con una sonrisita.
Laura puso cara de cachorrito, y Lucas no se lo pensó dos veces. Agarró a Laura suavemente por la cintura, se acercaba lentamente, miraba sus labios, los dos estaban deseando que sucediera, pero ninguno se atrevía a dar ese pequeño paso.
-¿Se lo vas a dar ya o tengo que ir yo a darte un empujoncito?- gritó Alejandro a lo lejos. Finalmente, Lucas besó a Laura, y esta vez, Laura lo disfrutó desde el primer instante.
          A la hora de la despedida, Alejandro y Claudia se apartaron de Laura y Lucas.
-Lo que le dijiste a Laura ayer en el parque…- dijo Claudia un poco nerviosa -Sí, era verdad- terminó la frase Alejandro
-Creo…que yo siento lo mismo- dijo Claudia sonrojada
-Entonces, no te importará que haga esto ¿no?- preguntó Alejandro con una sonrisita
-¿Hacer el qué?- preguntó Claudia, auque sabía lo que iba a pasar
-Hacer esto- dijo Alejandro. Cogió a Claudia por la cintura suavemente, se acercó despacio, hasta que Lucas, a lo lejos, le dijo: -¿Se lo vas a dar ya o tengo que ir a darte un empujoncito?- Laura y Claudia se rieron, y Alejandro por fin la besó. Lucas y Laura hicieron lo mismo.
          Lucas acompañó a Laura a su casa, y Alejandro hizo lo mismo con Claudia. Decidieron volver a quedar dentro de un par de días. Los cuatro estaban muy enamorados. 


domingo, 19 de agosto de 2012

~Capítulo 10


CAPÍTULO 10 “Hay que contárselo”
          Laura seguía si saber si decirle a Lucas que estaba enamorada o no, y Claudia seguía diciéndole que escuchara su corazón.
-Quiero decírselo- dijo Laura a Claudia -Pero tengo miedo del futuro.
-Si no se lo dices, no sabrás si tendrás que llorar o alegrarte. Pero yo también tengo miedo por si son lágrimas- le respondió Claudia.
          Mientras Laura pensaba si decírselo a Lucas o no, observó que Claudia estaba rara, no estaba tan animada como siempre
-¿Estás bien?- preguntó Laura preocupada
-Sí…solo estaba pensando una solución para lo de Lucas…- dijo Claudia insegura -No te creo…- dijo Laura -Dime que te pasa por favor…
Claudia, dudando sobre si decírselo a su amiga dijo: -Nada no me pasa nada…simplemente pienso…
-Claudia…dímelo anda. Tal vez pueda ayudarte- dijo Laura, cada vez más preocupada por su amiga
-¡Nada! ¡No me pasa nada!- dijo Claudia, un poco harta por la insistencia de su amiga
-Está bien…tu sabrás…- respondió Laura incrédula.
          Tras unos minutos de incómodo silencio, Claudia decidió contarle a su amiga lo que le pasaba: -Creo que me gusta Alejandro…
Laura, sin sorprenderse lo más mínimo, respondió: -Se veía venir…
-¿De verdad? ¿Se nota mucho?- dijo Claudia cruzando los dedos
-Solo un poquito…- dijo Laura intentando disimular que mentía
-Ya... ya- dijo Claudia no muy convencida -¿Crees que debería hablar con él?     -“Eso no te lo puedo decir yo, escucha a tu corazón”- repitió Laura con una sonrisita.
-Ja-Ja- dijo Claudia mirándola de reojo.
          Las dos chicas, siguieron pensando si hablar con los chicos o no.  A Laura se le ocurrió una idea estupenda: -¡Tengo una idea!
-Me das miedo…- dijo Claudia no muy convencida de la idea de su amiga -Pero dime qué idea
-Pues se me ocurrió, que tú hables con Lucas y yo con Alejandro… no es tan mala idea… ¿no?- comentó Laura
-¿Pero tú estás loca?- preguntó Claudia atónita
-Solo un poquito- dijo Laura aguantando la risa
-Bueno... la verdad es que no es tan mala pero…hay otras maneras...- dijo Claudia
-¿Cuándo vas a aceptar que es la mejor manera?- dijo Laura con una sonrisa pícara
-¡Jamás!- dijo Claudia sin parar de reír.
Las dos estuvieron “discutiendo” hasta que Claudia dijo a regañadientes:
-¡Está bien! Lo haremos a tu manera…
-¡Ja! Te dije que acabarías aceptándolo- dijo Laura.
          Las dos rieron, hasta que a Claudia se le pasó ésta pregunta por la cabeza y se la dijo a Laura: -¿Y cómo y cuándo se supone que se lo vamos a decir?
Laura se quedó estupefacta, no sabía que decir, hasta que dijo lo que le pareció mejor: -Ahora mismo.
Claudia, sin poder creérselo dijo: -Ja, ja. ¡Tú estás loca!
-¡No lo estoy!- dijo Laura “enfadada” -Pero si vamos a estar sufriendo más yo creo que ésta es la más adecuada- repuso Laura
-Vale, entonces lo haremos así: yo llamo a Lucas, tú a Alejandro, y quedamos en el parque en media hora, tú en la zona de los columpios y yo en la zona de césped y después yo te llamo para reunirnos en el bebedero ¿Te parece bien?- planeó Claudia sobre la marcha.
-Perfecto pues quedamos allí en media hora, adiós, suerte- dijo Laura. -Adiós, a ti- contestó Claudia antes de colgar la llamada de Messenger.  
          Claudia cogió el teléfono y marcó el número de Lucas.
-¿Diga?- dijo Lucas.
-Hola, soy Claudia la mejor amiga de Laura ¿Te acuerdas de mí?- Preguntó Claudia.
-Sí, sí, claro, ¿Qué quieres? ¿Es de parte de Laura?- preguntó esperanzado. -No, más o menos, no sé explicarlo pero podemos quedar en media hora en el parque de la ciudad y te lo explico todo ¿Quieres?- dijo Claudia cruzando los dedos para que aceptara.
-Está bien- dijo no muy convencido.
          Mientras, Laura marcaba el número de Alejandro:
-¡Hola! ¿Quién es?- preguntó Alejandro
-Soy yo, Laura- dijo ella -Tengo que decirte una cosa. ¿Quedamos en el parque dentro de media hora?
-Mmm… Me parece bien ¿En qué zona?
-¿En los columpios?- propuso Laura
-Está bien. Nos vemos allí. Hasta ahora- contestó Alejandro
-Hasta luego- se despidió Laura.
          Al pasar 25 minutos, las chicas salieron de sus casas, ya que el parque les quedaba muy cerca. Cuando Claudia llegó y vio a Lucas, fue hacia él mientras pensaba lo que le iba a decir.
-¡Hola! ¿Qué tal?- dijo Claudia para iniciar la conversión
-Hola. ¿Muy bien y tú?- respondió Lucas de los nervios
-Igual. Te quería hablar sobre Laura- dijo Claudia
-¿Está bien? ¿Le ha pasado algo?- preguntó Lucas preocupado
-Sí, sí. Está bien, tranquilo. Lo que te quería decir, es que he hablado mucho con ella desde que ocurrió…eso…- dijo Claudia intentando no acordarse de todos los detalles
-Imagino…eres su mejor amiga…- dijo Lucas intentando imaginar  a dónde quería llegar Claudia
-Pues el caso es, que me dijo que tu beso…- Dijo Claudia no muy segura de si decírselo o no
-¿¡Que mi beso qué!?- preguntó Lucas impaciente
-Tu beso… ¡le gustó! Se ha vuelto a enamorar de ti…- dijo Claudia con cara de asco
-¿De verdad?- preguntó Lucas sin poder creérselo
-De verdad- respondió Claudia, ésta vez con una sonrisa. Claudia le dijo a Lucas que Laura estaba en el parque, y decidieron ir los dos con ella.
          Mientras tanto, Laura se había encontrado con Alejandro: -¡Hola Alejandro! ¿Qué tal?- preguntó Laura para iniciar la conversación
-¡Hola! Muy bien ¿Y tú?- dijo Alejandro
-Muy bien también. Oye, quería hablarte sobre Claudia…
Alejandro no dejó que Laura acabara la frase
-¡Sí! La miro de reojo cada vez que puedo ¿Que por qué? ¡Pues sí! Me gusta… Laura estaba con la boca abierta. Claudia había llegado a donde se encontraban en ese mismo instante. Ella también se quedó con la boca abierta.

sábado, 11 de agosto de 2012

~Capítulo 9


CAPÍTULO 9 “Pequeña duda”
          Ya casi había pasado un mes, pero Laura seguía sin poder creerse lo que había pasado con Lucas y Enrique.
           Claudia tampoco sabía que hacer con Alejandro. Él no dejaba de mirarla, y creía que Claudia se estaba enamorando de él.
          Días después, Laura quedó con Claudia, Hugo, Alejandro y María en el cine. Como la otra vez, pero esta vez sin Enrique.
          La película era de amor, cosa que le recordó a Enrique y a Lucas. A mitad de la película, Laura estalló, y fue corriendo al baño. Claudia, extrañada la siguió. Todos sus amigos se extrañaron, pero pensaron que era mejor que se desahogara con Claudia.
          Cuando Claudia llegó al baño, se encontró a Laura encerrada en un baño, sentada en el suelo llorando. Le pidió que abriera la puerta y que saliera, pero Laura se negó. Claudia se sentó al otro lado de la puerta. Para intentar consolar a Laura le dijo lo siguiente: -Se como te sientes. Te sientes culpable, pero no lo eres. Quieres que todo se arregle ya, pero no puedes hacer nada salvo esperar a que se aclaren las cosas por si solas. Desearías no haber coincidido con Lucas en el cine, o que por lo menos que no te hubiese besado, pero sucedió, y no puedes hacer nada para evitarlo.
Tras un largo e incómodo silencio, Laura respondió: -Lo se…
          Al cabo de unos minutos, Laura decidió salir del baño y volver a la sala del cine, aunque para despedirse de sus amigos
-Lo siento chicos, no tengo fuerzas para ver esta película. Pásenlo bien.
Sus amigos, extrañados, se despidieron de ella. Claudia, que conocía muy bien a su amiga, decidió ir con ella, temía que cometiese una locura.
          Cuando Laura se dio cuenta de que Claudia también se había ido, se sentó en un banco. Claudia se sentó junto a ella
-¿Te apetece un helado?- preguntó Claudia intentando animar a Laura.
Ella negó con la cabeza, no tenía fuerzas ni ganas para hablar
-Pues ¿me acompañas a mí a por uno?- Laura se encogió de hombros. Ya todo le daba igual.
          Después de comprar el helado de Claudia, fueron a las escaleras del cine.
-Todo ocurrió aquí- dijo Laura por fin -Aquí empezó el principio de mi depresión. Me gustó, pero ojala no hubiese pasado.
-¿Te gustó más que el beso de Enrique?- preguntó Claudia.
Laura asintió.
-Eso significa que realmente quieres a Lucas, y puede que Enrique, solo te caiga muy bien.
-¿Crees que debería decirle a Lucas que le quiero?- preguntó Laura confusa -Eso no te lo puedo decir yo, escucha a tu corazón- dijo Claudia
-Eso no me ayuda…- dijo Laura en tono medio burlón.
-Lo se, pero es todo lo que te puedo decir- contestó Claudia.
-Ya... mira cambiemos de tema-  dijo rápidamente Laura
-¿Y de qué hablamos?- preguntó Claudia
-¿Qué tal te va con Alejandro?- preguntó aguantando una risita Laura.
-¿En serio? ¿Tenías que nombrarlo?- dijo Claudia mirándola de reojo.

~Capítulo 8


CAPÍTULO 8 “Ni uno ni otro”
          Pasaron días y semanas y Laura seguía igual. Claudia le intentaba animar pero era imposible. Laura seguía recibiendo mensajes de Lucas, a él todavía no le había dicho nada, pero sabía que pronto lo tendría que hacer.
           En cambio de Enrique no recibía nada, así que decidió mandarle ella uno poniendo lo siguiente: <<Hola Enrique, te mando esto porque se que estás muy triste y enfadado conmigo, pero podemos seguir siendo amigos. Lo siento pero yo estoy igual. Entiéndeme>> Pero Enrique seguía sin contestarle.          
            Por otro lado, Claudia estaba de los nervios por Alejandro. No entendía nada << ¿Cómo es posible que no pare de mirarme pero ni me salude?>> pensaba una y otra vez.
          Laura decidió contestarle a Lucas diciendo que tenían que hablar. Quedaron en el mismo sitio donde había quedado con Enrique semanas atrás.
          Llegado el día que habían acordado Laura y Lucas, Laura, con muy poco ánimo y despacio, bajó las escaleras. Llegó al parque, y vio a Lucas pensativo, sentado en un banco, solitario. Laura pensó en dar la vuelta e irse a su casa, pero en ese momento, Lucas la vio. Fue hacia donde estaba Laura. -Hola…- empezó a decir Lucas
-Hola…- dijo Laura casi sin fuerzas.
          Lucas intentó besarle, igual que  Enrique hacía un par de semanas, ella le dijo lo mismo que a Enrique: -Siéntate.
-Se lo que me vas a decir- dijo Lucas segundos antes de sentarse -Se que no debí besarte en el cine, ni intentarlo ahora, pero es que yo te amo, no puedo vivir sin ti. Necesito sentirte cerca de mí, mis labios junto a los tuyos.
Mientras decía eso, iba acercándose lentamente a Laura, sin dejar de mirar sus labios. Laura, ahora más espabilada que en el cine, se apartó un poco de Lucas, haciendo imposible el deseado beso de Lucas.
-Sí…eso es justo lo que te iba a decir...- respondió Laura en tono aliviado por haberse librado del beso -Creo que no deberíamos vernos durante un tiempo- continuó diciendo Laura con las lágrimas en los ojos -Hasta que se me aclaren las cosas… ¿Harías eso por mí?
-Claro…- respondió Lucas no muy convencido, también él con las lágrimas en los ojos
-Debo irme- dijo Laura sin poder aguantar sus ganas de llorar.
          Al llegar a su casa, vio un SMS de Enrique. Decía lo siguiente: <<Laura, se que estás confusa, yo también lo estoy. Quiero que seamos amigos, pero ahora mismo me resulta imposible. No puedo llamarte amiga sabiendo que te amo. Lo siento>> Laura, que lloraba con todas sus fuerzas, se conectó a Messenger. Le dijo a Claudia lo que había pasado con Lucas y el SMS de Enrique. Laura no sabía qué hacer, y Claudia no sabía que decirle.
          Claudia, comenzó a llorar. Laura no entendía nada
-¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?- preguntó Laura sin dejar de llorar
-Odio verte así.
-¿Solo eso?- preguntó Laura no muy convencida con la respuesta de su amiga -Sí,  solo eso.
-De acuerdo…- respondió Laura, aún sin creerse la respuesta de su amiga. Laura estaba en lo cierto, no solo era eso, a Claudia le ocurría algo más.

~Capítulo 7


CAPÍTULO 7 “No podemos seguir así”
         Cuando llegó el autobús, Laura y Claudia se subieron en él intentando disimular las lágrimas. Se fueron al fondo, como siempre, allí nunca se sentaba nadie y podían hablar tranquilas. Se sentaron, respiraron hondo, se miraron y se dieron cuenta de que las dos estaban pensando lo mismo: <<Vamos a evitar hablar del tema>>
Miraron hacia delante y Claudia se quedó de piedra cuando por la puerta entraba un chico que le resultaba familiar, y cuando se dio la vuelta le reconoció <<Ese pelo rubio y esos ojos verdes nunca cambiarán>> pensó Claudia.
Laura, que no entendía nada, le preguntó a Claudia: -¿Lo conoces?
-Si, mejor que nadie- respondió ésta. -¿¡Sergio!? -gritó Claudia. Éste se volvió y la vio a ella, todavía llorando.
-¡Claudia! ¡Cuanto tiempo! ¿Que te pasa? ¿Por qué lloras?- preguntó él.
          Pero ella no le pudo contestar. Estaba paralizada. Estaba tan ocupada con Laura y con Sergio que no se había dado cuenta de que al otro lado de la fila de asientos del fondo, había alguien, dos personas. Y una de ellas  no le hacía mucha ilusión ver justo ahora. Alejandro. Claudia empezó a respirar hondo para tranquilizarse y Laura se dio cuenta de por qué, ella también le había visto. Y no estaba solo, Enrique estaba con él. Ninguna lo entendía, Enrique se supone que estaba en su casa. Y Alejandro que cogería el tranvía. En caso de que se haya estropeado o algo, Hugo y María deberían estar con él. Pero no, se aseguraron de que solo estaban Enrique y Alejandro. Sergio seguía mirando a Claudia preocupado.
-Oye, ¿Estás bien?- insistió Sergio
-Sí, estoy bien, si quieres te lo contaré todo, al fin y al cabo eras mi mejor amigo de la infancia, sé que eres de fiar, pero ahora no por favor.
En ese momento Alejandro y Enrique se dieron cuenta de la presencia de Claudia y Laura. Y cuando Claudia  pilló a Alejandro mirándole, volvió a desviar la mirada.
          Laura se puso llorar otra vez porque se sentía culpable por lo de Lucas, y Claudia con ella.
          Alejandro y Enrique se acercaron a ellas y se quedaron mirándolas, extrañados porque estuviesen llorando.           
-Hola...- dijo Laura cabizbaja.
-Hola…- dijo Enrique extrañado- ¿Qué os pasa? ¿Por qué lloráis?
-Pues…porque…- comenzó a decir Claudia
Por suerte para ellas, llegaron a su parada.
-Bueno, nosotras no tenemos que ir. Ya os lo contaremos otro día. Y tú, Enrique, mándame un SMS explicándome qué haces aquí. –dijo Laura algo enfadada.
-Pues…- comenzó a decir Enrique
-No, he dicho un SMS – dijo Laura aun enfadada.
Efectivamente, Enrique, al instante, le mandó un SMS a Laura, ésta lo leyó en alto para que Claudia escuchara:
-“Sólo quería darte una sorpresa. Sabía que irías en esa guagua, al fondo, quería pasar más tiempo a tu lado”
Laura le respondió: ¿Y por qué no me saludaste ni me dijiste nada al entrar?
A eso no contestaba Enrique, así que Laura le llamó, y puso el altavoz para que Claudia escuchara:
-¿Sí? – dijo Enrique al descolgar el teléfono
-Respóndeme- dijo Laura con tono enfadado
-Pues… iba a ver a alguien
-¿A quién?
-A un amigo
-¿Y por qué iba Alejandro contigo?
-También es amigo de él
-Son casi las doce ¿Os ibais a quedar a dormir?
-Sí…
-Normalmente, si te quedas a dormir vas por la tarde, no a las doce de la noche.
-Es que estaba con nosotros.
-¿Quién era? No le vimos por allí.
-Pues para no fijarse…
-¿¡Pero quién era!?
-Se llama Sergio.
-¿Sergio? ¿De qué lo conocéis?
-Era el mejor amigo de Alejandro cuando era pequeño.
-Eso es imposible.
-¿Por qué?
-Porque era el mejor amigo de Claudia de pequeños.
-Ya, pero tú no sabes que Claudia y Alejandro eran amigos en la infancia, junto a Sergio.
-Eso no me lo habías dicho…- dijo Laura mirando a Claudia -Bueno, aun así, ¿por qué, al principio, me dijiste que me ibas a dar una sorpresa cuando realmente te ibas a casa de Sergio?
-Pues…pensé que te molestaría
-Es tu vida, no la mía, puedes hacer con ella lo que te plazca.
-Lo sé…pero…
-Mira – dijo Laura algo enfadada por la mentira de su novio- mejor lo dejamos, no quiero enfadarme contigo.
-Sí, mejor lo dejamos. Hasta mañana mi amor. Besos.
-Adiós.
Un par de días después de lo de Lucas y Enrique, Laura estaba mejor, pero seguía sin saber que hacer.
         Enrique no paraba de llamar a Laura, pero ella no lo cogía, entonces, decidió  mandarle un SMS diciendo: <<Cariño ¿Estás bien? Hace días que no hablamos. Estoy preocupado. Llámame>> Por otro lado, Lucas también le mandó un SMS que decía: <<Por favor, perdóname. No debí hacerlo, pero lo necesitaba. Te amo>> Laura, muy confusa aún, le contaba todo a Claudia. Ella, sin saber qué hacer, le dijo: -Laura, no quiero verte así, me duele demasiado. Se que va a ser muy difícil, pero debes hablar con los dos-
-Lo sé- respondió Laura -Pero aún no estoy preparada para enfrentarme a eso. Yo quiero un montón a Enrique, y no quiero romperle el corazón. Pero por otro lado, lo que me pasó con Lucas, fue… increíble…-
-Lo se…- respondió Claudia.
         Las dos chicas siguieron pensando una solución para lo ocurrido, pero no funcionó demasiado. Laura pensó, que lo más adecuado, era no salir con ninguno, aunque amara a los dos. Así que llamó a Enrique, y quedaron en verse en un parque cerca de la casa de Laura ese mismo día.
         Cuando llegó la hora acordada para ver a Enrique, Laura bajó las escaleras poco entusiasmada. Cuando llegó al parque, Enrique ya estaba allí. Intentó besar a Laura, pero antes de hacerlo, Laura le dijo:
-Siéntate.
Enrique, temiéndose lo peor, se sentó. Laura continuó: -El otro día, en el cine, un poco antes de nuestro beso, vi a Lucas. No te lo quise decir porque supe que te preocuparías. Cuando te fuiste, me quede sola con Claudia, y decidí ir a hablar con Lucas. Claudia fue al baño, y me quedé a solas hablando con Lucas…- al recordar todo eso, Laura no lo pudo evitar, y comenzó a llorar. Cuando se calmó un poco continuó: -Me dijo, que me quería. Los dos nos quedamos un rato en silencio. Él, se fue acercando a mí, lentamente. No dejaba de mirarme los labios, yo sabía lo que eso significaba, pero no pude hacer nada, me puse tan nerviosa, que me quedé inmóvil, y ocurrió lo inevitable: me besó.
Enrique, echó a llorar. Laura, ya casi sin fuerzas de le dijo: -Fui corriendo al baño junto a Claudia. Le conté lo que había pasado, y también le dije que el beso de Lucas me había gustado… Detrás de la puerta de baño, oí a Lucas decirme: <<Perdóname Laura, no debí haberlo hecho, pero necesitaba sentir tus labios junto a los míos>> Yo no sabía que hacer, así que con todas mis fuerzas le dije que se fuera- Enrique, sin poder creérselo, se levantó, y dio una pequeña vuelta por el parque. Minutos después volvió a donde se encontraba Laura.
-Entonces… ¿Eso significa que lo nuestro se acabó?- dijo Enrique son poder creérselo.
Laura, llorando y deseando que eso no hubiera pasado asintió mientras decía: -Lo siento, espero que puedas perdonarme…Debo irme.
         Los dos fueron a sus respectivas casas, ambos llorando sin poder creer lo que había pasado.
         Al llegar a su casa, Laura se encerró en su cuarto, no quería saber nada de nadie. Un par de horas después, encendió el ordenador, puso la cámara con Claudia y le contó lo que había hecho. Claudia dijo: -Sé que ha sido muy duro para ti, pero has hecho lo correcto.
-Lo sé- dijo Laura -Pero ojala no hubiese coincidido con Lucas en el cine.

~Capítulo 6


CAPÍTULO 6 “Dos amores en un día”
          Al entrar al cine, Laura se sentó entre Enrique y Claudia. Sin darse cuenta, Enrique agarró suavemente la mano de Laura, ella intentó que Enrique no notara su nerviosismo, pero la “misión” fue un completo desastre.        
          Como Enrique sabía que Laura estaba nerviosa le soltó la mano, lo que no sabía, es que eso pondría aún más nerviosa a Laura. Laura hizo señas a Claudia para ir al baño y contarle lo sucedido. Se lo contó todo, sin dejarse ningún detalle. Claudia se quedó con la boca abierta: ¡No podía creérselo!  Tras un momento de relax, volvieron a la sala del cine, ya que sabían que los demás se iban a preocupar si no iban pronto. Momentos después de sentarse, Laura intentó apoyarse en el hombro de Enrique, pero antes de que pudiera hacerlo, Enrique puso su brazo alrededor de Laura. Ahora Claudia si podía creérselo.
          Todo este rato Claudia había pillado a Alejandro mirándola fijamente y rápidamente el chico desviaba la mirada.
Al terminar la película, bajaron a las taquillas para despedirse. Laura se quedó paralizada y Claudia se dio cuenta de porqué: Lucas estaba allí, en las escaleras mecánicas y no paraba de mirar a Laura.
Cuando Laura se tranquilizó Enrique la separó del grupo para despedirse aparte.
-Creo que los dos sabemos qué ha pasado esta tarde...- empezó a decir Enrique.
-Te quiero- dijo Laura.
-Y yo- respondió Enrique, cogiéndola por la nuca y dándole un tierno beso.
          Alejandro y Claudia también se separaron para despedirse.
-Te he pillado- dijo Claudia, y al ver la cara de Alejandro, añadió -No parabas de mirarme en la sala.
-Yo...- Alejandro se sonrojó, pero no le dio tiempo a decir nada, porque fueron interrumpidos por Laura y Enrique.
-Chicos, vamos a acercarnos al McDonald's a por un helado, ¿Ustedes quieren?- dijo Enrique.
-Por su puesto, ¿que te creías, que era para ti solo?- todos rieron pero solamente Claudia se dio cuenta de que Alejandro había soltado un suspiro por su alivio de haber salido del aprieto en el que ella le había metido.
          Mientras se comían el helado, Alejandro, María y Hugo se iban a coger el tranvía. A Enrique le venía a recoger su tía. Y Laura y Claudia le hacían compañía para hacer tiempo, ya que su tía vendría en media hora.
Cuando Enrique se fue, Laura le contó todo a Claudia y viceversa. Laura se sorprendió mucho pero Claudia no, ya que sabía que tarde o temprano iba a pasar.
Minutos después, decidieron ir a hablar con Lucas. Claudia, “casualmente” tenía que ir al baño, así que dejó a Laura hablando con Lucas.
-¿Qué haces aquí?- preguntó Laura
-Vengo a ver una película con unos amigos…están comprando las palomitas y los refrescos… ¿Y tú? ¿Qué haces aquí?
-Vine a ver una película con unos amigos y con mi novio…- dijo Laura.              -¿Novio?- Preguntó Lucas sorprendido -¿Qué novio? ¿Tú no estabas enamorada de mí?
-Estaba…- respondió Laura -Desde que empezaste a salir con Alexandra, me dejaste de gustar, comprendí que no valía la pena, que habría gente mucho mejor que tú. Hoy empecé a salir con Enrique.
-¿Pero no lo entiendes?- dijo Lucas sin poder creérselo -¡Nunca me gustó Alexandra! Siempre me has gustado tú… Salí con Alexandra solo para darte celos…    
-Pues no es que te haya salido demasiado bien ese plan…- dijo Laura en tono burlón, aunque un poco incrédula -A de más, si me querías, me tenías. Simplemente tenías que pedirme salir.
-Lo sé- respondió Lucas -Pero soy un estúpido.
<<Eso desde luego…>> Pensó Laura.
          Tras un incómodo silencio, Lucas se fue acercando lentamente a ella, sin dejar de mirarle los labios, hasta que le besó. Laura, sin saber que hacer, se quedó paralizada.
-¡Tengo que irme!- dijo Laura cuando Lucas se apartó de ella. Fue corriendo al baño con Claudia.
Al llegar al baño, casi llorando, se aseguró de que allí solo estuviese su amiga Claudia.
-¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?- dijo Claudia preocupada. Ésta, al ver que Laura a penas podía hablar se sentó con ella en el suelo, le abrazó y le dijo:
-Ahora quiero que respires, te relajes, y me cuentes lo que ha pasado ahí fuera.
-Todo empezó bien, él se extrañó mucho cuando le dije que estaba con Enrique- dijo ella ya más tranquila, haciendo una pequeña pausa para respirar y coger fuerzas para seguir explicándole a su amiga lo ocurrido -Luego me dijo que nunca le había gustado Alexandra, sólo había estado con ella para que yo me pusiera celosa. Luego se fue acercando a mí, hasta que finalmente… -Laura no pudo más y rompió a llorar otra vez. Claudia, que comprendió lo que había ocurrido, abrazó a Laura hasta que dejó de llorar. Laura, se encontró con fuerzas para seguir contándole a Claudia lo que había sucedido, y, aunque sabía que Claudia se imaginaba lo que había pasado, ésta continuó: -Se acercó a mí, muy despacio, sin dejar de mirarme los labios, hasta que finalmente, me besó. Yo no sabía que hacer, me puse tan nerviosa, que ni si quiera podía moverme. Cuando Lucas se apartó de mi, salí corriendo, y vine hacia aquí. Necesitaba contárselo urgentemente a alguien de confianza.
Claudia, que había estado escuchando atentamente a su amiga le dijo:
-Tranquila, todo se arreglará
Laura, seguía llorando, y lo que le había dicho su amiga, le parecía algo imposible.
Por si las cosas no iban lo suficientemente mal, Se oyó a Lucas detrás de la puerta del baño diciendo: -Laura… ¿Estás bien? Se que no tuve que haber hecho eso, pero necesitaba sentir tus labios junto a los míos…sentirte cerca de mi…Espero que puedas perdonarme.
-¡¡¡Vete!!!- gritó Laura con todas sus fuerzas -No quiero saber nada más de ti.
-De acuerdo, me iré- respondió Lucas también llorando -Pero recuerda una cosa: te amo.
-¡Vete! -volvió a decir Laura, esta vez, con una voz más apagada y sin fuerza.
Claudia, al ver a su amiga tan mal, echó a llorar también. Laura que era lo último que quería, intentó decirle que no llorara, pero no podía, estaba demasiado furiosa para hablar.
En ese momento, le llegó a Laura un SMS a su móvil. Era de Enrique, Laura lo leyó en alto: -Hola mi amor, ya estoy en mi casa. ¿Tú ya llegaste? Besos. Enrique.
 Laura, sin dejar de llorar, le preguntó a Claudia: -¿Y ahora que se supone que tengo que hacer? Por si fuera poco, el beso de Lucas, me ha gustado…



~Capítulo 5


CAPÍTULO 5 “Claudia se une al plan”
              Al día siguiente, Laura y Claudia quedaron en que Laura iría a casa de Claudia y hablaran de lo sucedido la noche anterior. Cuando por fin llegó, merendaron y subieron a la azotea donde nadie pudiera molestarles. Allí, aparte de hacer una sesión de fotos, hablaron de Enrique y decidieron que Laura iría al cine.
     -Yo creo que le gustas, si no, no te hubiera invitado al cine- dijo Claudia en tono convencido.
     -¿Tu crees?- preguntó Laura algo insegura.
     -No lo creo, estoy completamente segura- respondió Claudia con una radiante sonrisa.
              Después de unas risas por aquí y unas carcajadas por allá,  llegó la despedida y Laura se tuvo que ir a su casa. No antes de prometerle a Claudia conectarse en cuanto llegara a su casa. Y así fue: Laura nada más llegar a su casa encendió el portátil y se conectó a Messenger para poner la cámara con Claudia, pero se llevó una  desilusión cuando ésta no estaba conectada. Laura se preocupó por su amiga, ya que ella siempre estaba conectada, pero esas preocupaciones desparecieron cuando vio que le había dejado un mensaje que decía así: <<Me estoy duchando, no tardo nada>>
              Laura hizo lo mismo para aprovechar el tiempo, así que se metió en el baño. <<Un baño caliente me vendrá bien para olvidarme de todo>> pensó. Se metió con cuidado en la bañera y estuvo allí un buen rato. Cuando salió y se secó el pelo se volvió a conectar y esta vez, Claudia seguía conectada como siempre. En seguida pusieron la cámara y  empezaron a hablar de Enrique y el tema del cine. Tras un rato de la conversación, Laura se dio cuenta de que no le había dicho a Enrique que al final sí iba. Laura, desesperada, se lo contó a Claudia.
     -Ja, ja, ja. ¿En serio estás tan preocupada por eso?- dijo Claudia riendo- Aún quedan cuatro días para decirle la respuesta, y aún así, le puedes mandar ahora un mensaje, ya lo verá cuando se conecte.
     -Tienes razón- añadió Laura -Estoy tan nerviosa que no me había dado cuenta de eso.
              Continuaron hablando hasta que se hizo tarde y una vez más, las dos se fueron a dormir.
              Cuando se levantaron, desayunaron  y se asearon, las dos se conectaron a Messenger.
     -¿Ya te respondió Enrique?- preguntó Claudia intrigada.
     -Sí- respondió Laura -dice que perfecto, que nos vemos el sábado allí. 
     -¿Y qué película van a ver? ¿A qué hora es?- preguntó Claudia. Al ver la cara de Laura añadió -No me digas que no le has preguntado…
     -Es que... ¡Estaba nerviosa!- exclamó Laura sonrojada.
    -Bueno…ahora le mando un mensaje preguntándole…tranquila…- dijo Laura.-    -Sí, será mejor que se lo mandes ya…
               Pasaron los días, y por fin, llegó el día deseado: el sábado.  Laura estaba muy nerviosa. La noche anterior, cuando se iban a desconectar, Laura le había pedido a Claudia que quedara con ella en el cine una hora antes de la que había quedado con Enrique.
            Así que, según lo planeado, Laura y Claudia se encontraron en el cine a las 15:00. Pasearon un rato e hicieron tiempo para que llegaran los demás. Cuando estuvieron todos, Claudia se fue a dar un paseo.
     -Bueno, yo me voy, que se lo pasen bien- dijo Claudia.
     -No te vallas, quédate por favor. Enrique, ¿Hay algún problema si Claudia se queda?- dijo Laura desesperada.
     -Me parece bien, siempre y cuando Claudia esté de acuerdo.- contestó Enrique. -Claro, será un placer.- dijo Claudia a regañadientes mirando a Laura.





~Capítulo 4


CAPÍTULO 4 “A Laura se le acumulan las preocupaciones”
       A medida que avanzaba el curso, Laura se preocupaba más y más, ya que era su último año junto a Claudia. Laura, lo último que quería era que Claudia la viera triste y ella se pusiera así también, así que mientras hablaba con Claudia, intentaba no acordarse del tema.
         Pocos días antes de fin de curso, las cosas empeoraron para Laura, ya que Lucas había empezado a salir con una compañera suya llamada Alexandra. Laura lloró y lloró. Intentaba alegrarse y pensar en otra cosa, pero para Laura, en esos instantes le parecía algo imposible.
          Se lo contó a Claudia, mientras lloraba y lloraba
-Tranquila, en breve cortarán.- dijo Claudia pensando qué decir exactamente-Ahora empezará el verano, no se verán todos los días, estarán con otras personas, y en poco tiempo ni se hablarán.
 Laura no sabía que decir, y se limitó a seguir llorando.
         Estuvo así un par de días, hasta que se dijo a sí misma: <<Laura,  ¿de verdad vas a estar llorando por él? ¿Por el mismo que te ha hecho tanto daño? ¿Ese que pasaba de ti olímpicamente?>> Laura siguió dándole vueltas a esas preguntas, hasta que por fin se dijo: <<No, no voy a llorar más por alguien que no merece mis lágrimas. Pasaré página, y si hace falta cambio de libro>>
         Claudia, al ver la rápida recuperación de su amiga, se alegró muchísimo.
         Al cabo de un par de días, llegó el 22 de Junio: último día de clases. Laura sabía lo que significaba eso: dos meses sin sus amigos, y una vida sin Claudia. Al principio del día lo llevó bien, hasta que en la última hora, no pudo más y explotó. Sus lágrimas cayeron lentamente por su rostro. Era tanta la tristeza de Laura, que ni siquiera disfrutó de sus magníficas notas.
         Laura, cada día hablaba con Claudia, pero nunca llegó a tener una conversación en la que no se acordara del tema de Claudia.
         Al par de días, Lucas le dijo a Laura que había cortado con Alexandra.      -¿Sí? Pues enhorabuena, pero déjame en paz, no quiero saber nada de gente que me ha hecho pasar tan malos ratos como tú.
Lucas, extrañado, no respondió. Laura, sorprendida de sí misma por lo que acababa de hacer, se alegró mucho, ya que había hecho algo que hacía un par de semanas, no podría haberlo hecho ni soñando.
              Entre tanto, Laura andaba echa un lío: no sabía si estaba enamorada de un chico de su antigua clase llamado Enrique. Todos los días hablaba con él. No era muy guapo, y Laura lo sabía, pero era muy simpático, y parecía que a Enrique también le caía muy bien Laura. Laura le contó lo de Enrique a Claudia. Las dos hablaron de todo lo que se les ocurrió: ropa, chicos, amigas… y de todos esos temas, salió el tema del colegio, y las dos recordaron el problema de Claudia. Las dos intentaron cambiar de tema y alegrarse un poco, pero fue imposible, ya no hablaban como antes, no estaban tan alegres, y eso era muy incómodo para ambas.
              De repente, las dos se callaron y Laura puso una cara que parecía que había visto un fantasma. Laura había recibido un mensaje de Enrique. Le reenvió el mensaje a Claudia. 
     -Hola Laura, vamos a ir unos amigos y yo el sábado al cine ¿Quieres venir? También irán Hugo, Alejandro y María- leyó Claudia en alto el mensaje de Enrique.
              Laura no tenía palabras para explicar como se sentía en ese mismo instante.
     -No es tan malo, así podrás aclarar tus dudas- dijo Claudia, pero Laura seguía sin habla.
              Era tarde, así que en media hora quitaron la cámara y cada una se fue a su cama hasta el día siguiente.
<<Hoy es lunes>> pensó Laura <<Tengo una semana para decidirme. A lo mejor Claudia tiene razón...>> Montones de pensamientos recorrieron su cabeza, y, sin darse cuenta, se quedó dormida.







~Capítulo 3


CAPÍTULO 3 “Simplemente lágrimas”
Laura y Ainoha seguían enamoradas de Lucas. A Ainoha se le ocurrió que quedaran los tres en el cine. Lucas se lo pensó un par de días, hasta que finalmente aceptó.
Laura se lo contó muy emocionada a Claudia,
-¡Me alegro mucho!- contestó Claudia con una sonrisa.
Las chicas siguieron hablando del tema del cine, muy ilusionadas.
Llegado el día, Laura estaba tan contenta que daba saltos de alegría. Aunque no estaría tan contenta cuando llamara a Lucas.
Ainoha y Laura esperaban impacientes a Lucas. Tardaba y tardaba, así que decidieron llamarle. Lucas les dijo que lo sentía, pero que al final no podía. Laura estaba tan disgustada, que el camino a casa  no hacía más que llorar y repetirse para sus adentros: <<No me extraña que no quiera quedar conmigo, con lo fea que soy…>>
Al llegar a casa, encendió su ordenador y se conectó a Messenger. Claudia, al ver a Laura conectada se extrañó, ya que debería estar en el cine con Lucas y Ainoha.
-¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en el cine con Lucas?
-Debería…- respondió Laura con tristeza.
-¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?- preguntó Claudia extrañada.
-¡No! ¡No estoy bien! Lucas me dejó plantada ¿Cómo quieres que esté bien?- respondió Laura llorando. Claudia se extrañó por la agresiva respuesta de su amiga.
–Cálmate, le habrá ocurrido algo importante.- Dijo Claudia intentando calmar a su amiga- No creo que nadie deje plantado porque sí a una chica tan guapa como tú.
-¿Guapa yo?- respondió Laura -Ni en el mejor de mis sueños
Claudia, llorando por la agresividad de su amiga, lo dejó estar, pensó que sería el enfado y la decepción del momento.
Al día siguiente, Laura seguía disgustada.
-¿Estás mejor?- preguntó Claudia al ver a Laura conectada
-No mucho, la verdad- respondió Laura -Pero gracias por preguntar y preocuparte. Y respecto a lo de ayer, quería pedirte disculpas. Estaba muy enfadada y decepcionada, y lo pagué contigo cuando eres de las mejores personas que conozco y una de las que más me han ayudado.
-No importa- respondió Claudia -Supongo que yo estaría igual. Así que no te preocupes, lo de ayer está olvidado.
-¡Muchas gracias!- respondió Laura.
Laura rió con Claudia, aunque seguía disgustada por lo de Lucas. Se lo contó a muchos amigos. Muchos le dieron ánimos, aunque no todos eran con buena intención.
Pasaban los días, Laura seguía locamente enamorada de Lucas, y Claudia seguía guardando su secreto para no disgustar a Laura.
Al lunes siguiente, en el autobús, Laura ni quería mirar a Lucas,  ya que sabía que si lo hacía, iba a llorar.
Claudia quería decirle su secreto a Laura, pero sabía que no era un buen momento.
Pasadas un par de semanas, Laura ya estaba mucho mejor respecto a lo de Lucas, y Claudia decidió contarle su secreto a Laura.
-Laura, llevo mucho tiempo queriendo contarte una cosa, pero no encontraba el momento y la forma.
-De acuerdo, dime- dijo Laura.
-Pues…la cuestión es que…
-¡Suéltalo ya! ¿Quieres?
-Es que no sé cómo decírtelo…me da rollo
-¿Rollo?- dijo Laura -¿Te da rollo contarme una cosa cuando me has contado millones? Venga, dime.
-Está bien… pues es que… me voy del colegio…
-Ja, ja, ja. ¿Es broma no?- respondió Laura sin poder creérselo.
-Ojala…- respondió Claudia.
-Entonces… ¿Te vas del colegio?
-Me temo que si…
 Fueron las últimas palabras de Claudia antes de que las dos echaran a llorar
          Cuando las dos se calmaron un poco, llamaron a sus otras amigas para contárselo.
          Lo que Claudia no sabía , es que le estaban organizando entre todas una fiesta sorpresa el sábado.
          Llegado el día , Laura llevó a Claudia a la playa para distraerla mientras sus amigas ayudaban con la decoración y la comida.
          Una vez llegó Laura con Claudia a su casa con los ojos vendados, todas la recibieron con un amistoso -¡¡¡SORPRESAAA!!!
          A medianoche, se asomaron al balcón para disfrutar de las estrellas, era todo precioso, aunque ninguna podía disfrutar del todo, ya que no podían olvidarse del motivo por el que estaban allí.